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lunes, 3 de octubre de 2016

ME CONCEDO EL PERMISO DE:

"Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.
Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.
Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro ser persona. Y ser persona es el único camino para volverse autodependiente. 
Porque estos permisos me permiten finalmente ser auténticamente quien soy.
El primero dice que si yo soy una persona tengo que concederme a mí mismo la libertad de ser quien soy. ¿Qué quiere decir esto? Dejar de exigirme ser el que los demás quieren que sea: el que quiere mi jefe, el que quiere mi esposa, el que quieren mis amigos o el que quieren mis hijos. Ser persona es darme a mí mismo la libertad de ser el que soy.
Es probable que a muchos no les guste que sea el que soy; es probable que cuando otros descubran que soy el que soy —y que además me doy la libertad de serlo— se enojen conmigo.
Todos podemos llegar a ser personas, pero si no empezamos por este permiso, no hay posibilidades; nos quedaremos siendo individuos parecidos a muchos otros individuos que se sienten a sí mismos diferentes, pero que obedecen y pertenecen al club de aquellos que no se dan el derecho de ser quienes son; que intentan parecerse a los demás"...

LO QUE HE APRENDIDO EN LA VIDA

"He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame, sólo convertirme en alguien a quien se pueda amar; el resto ya depende de los otros.
He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparán por mi.
He aprendido que puede requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.
He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor sino las personas que tengo alrededor.
He aprendido que lo más importante no es lo que me sucede sino lo que hago al respecto.
He aprendido que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor durante toda la vida.
He aprendido que es importante practicar para convertirme en la persona que yo quiero ser.
He aprendido que es muchísimo más fácil reaccionar que pensar y más satisfactorio pensar que reaccionar.
He aprendido que siempre debo despedirme de las personas que amo con palabras amorosas; podría ser la última vez que los veo.
He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.
He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
He aprendido que, o controlo mis actitudes o ellas me controlarán a mi.
He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.
He aprendido que por bueno que sea el buen amigo, tarde o temprano me voy a sentir lastimado por él y debo saber perdonarlo por ello.
He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros; a veces tengo que perdonarme a mi mismo.
He aprendido que por más apasionada que sea la relación en un principio, la pasión se desvanece y algo más debe tomar su lugar.
He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa o no hacer nada y tener el mejor de los momentos.
He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la manera en que yo quisiera, no significa que no me ama a su manera.
He aprendido que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con el número de años cumplidos.
He aprendido que la verdadera amistad y el verdadero amor continúan creciendo a pesar de las distancias"...

no hay mejor momento para ser felices que AHORA


"Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.
Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son adolescentes, difíciles de tratar. Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.
La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. ¿Si no es ahora?, Cuando?. Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlos y decidir ser felices de todas formas. Una de mis frases favorita es de Souza, dijo: Por largo tiempo parecía para mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida comenzaría. Hasta que me dí cuenta que esos obstáculos eran mi vida.
Ésta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad, la felicidad es el camino. Así que atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie.
Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a la escuela, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, hasta el verano, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz.
La felicidad es un trayecto, no un destino.
Pensamiento para la vida: Trabaja como si no necesitaras dinero, Ama como si nunca te hubieran herido, y alégrarte como si nadie te estuviera viendo"...


Los 4 acuerdos toltecas

1. No supongas.
* No des nada por supuesto.
* Si tienes duda, aclárala.
* Si sospechas, pregunta.
* Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.
2.- Honra tus palabras.
* Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
* Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas.
* Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
* Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
3. Haz siempre lo mejor que puedas.
* Si siempre haces lo mejor que puedes, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada
4.- No te tomes nada personal.
* Ni la peor ofensa.
* Ni el peor desaire.
* Ni la más grave herida, debes tomarlo personal.
* Quien te ofende tiene un veneno que descarga contra ti, por no saber cómo deshacerse de él.
* En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de Él y no tuyo.
Según la tradición Tolteca, poniendo en práctica estos 4 acuerdos tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello. En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de él y no tuyo"...