Alrededor del mundo existen varias especies de plantas y árboles que son de lo más peculiares. Un excelente ejemplo es el del aro gigante (Amorphophallus titanum), planta que es originaria de la selva de Sumatra y que tiene la particularidad de hacer crecer la flor más grande del mundo: la flor de cadáver. ¿Has escuchado hablar de ella alguna vez? Acompáñame para conocer algunos aspectos interesantes de esta extraña flor.
Flor cadáver
Esta bestialidad que podemos observar en la fotografía superior es la flor que da la Amorphophallus titanum, un espécimen descomunal que puede alcanzar los 2, 5 m de altura y que posee características muy llamativas, no sólo por su aspecto, sino por lo que es la lógica de su funcionamiento y vida.
El aro gigante puede llegar a vivir hasta 40 años, pero en todo ese tiempo, la flor de cadáver crece no más que 3 o hasta 4 veces en casos excepcionales. La flor crece a 10 cm por día, alcanzando hasta 2,5 m de alto, pero con tanto esfuerzo y con tantos años sin aparecer, una vez que frenó su crecimiento, la flor de cadáver muere nada menos que a los tres días.
Por supuesto, esta no es la única curiosidad de la flor. Durante su crecimiento, la flor cadáver emite un olor fétido a carne podrida que le ha granjeado su popular nombre, el cual también tiene una finalidad fascinante, pues sirve para atraer insectos polinizadores que intercambiarán polen y hacen posible su reproducción. Los insectos que se acercan a ella son moscas que buscan cadáveres para depositar sus huevos, de los que saldrán luego larvas.
Fue descubierta en la selva de Sumatra (al oeste de Indonesia), en 1878 por el botánico italiano Odoardo Beccari. El ejemplar más grande conocido hasta la fecha de hoy fue presentado por el Jardín Botánico de Bonn, en Alemania, en 2003, llegando a medir 2,74 m.