Búsqueda personalizada

sábado, 12 de marzo de 2016

'45 años': Es Curioso Con Qué Facilidad Olvidamos Lo Que Nos Hace Feliz

“Es curioso con qué facilidad olvidamos lo que nos hace feliz”, le dice Kate Mercer (Charlotte Rampling) a su marido (Tom Courtenay) mientras pasean y ven cómo los pájaros ondean el cielo. Una vez en casa, se dirige al garaje y coge una vieja partitura de Bach, se sienta delante del piano y empieza a tocar. Acto seguido quita la partitura y vuelve a interpretarla de memoria. Es ahí cuando comprende que nunca llegaremos a olvidar lo que nos llena, lo que nos define, lo que nos hace felices. Sentirse uno mismo es una liberación que, por el transcurso de la vida, se ha ido desdibujando con el paso del tiempo. Y más aún, cuando te das cuenta de que las decisiones que has tomado, no han sido elegidas por ti.

Ahora es demasiado tarde. A una cierta edad ya no se puede escoger, ni volver atrás. Lo que pasó es irrecuperable, por lo que no queda otra que seguir adelante y valorar lo que se tiene en el presente. No hay que mortificarse. Hay que levantarse y continuar construyendo lo que un día empezaste. “Las decisiones de la juventud son determinantes, y lo importante es creer que elegiste lo correcto”, cuenta Geoff, marido de Kate, en su 45º aniversario de boda. Sin embargo, él mismo no lo tiene tan claro, pues unos días antes, tumbados en la cama, le cuenta a su mujer que echa de menos su vida de joven, cuando vivía despreocupado, pero con un propósito.


Bajo esta tesitura basada en un relato de David Constantine, Andrew Haigh nos trae 45 años, una película sutil que indaga en el lenguaje secreto del amor y sus fracturas a través de una mirada íntima. ¿Hasta qué punto eres tú mismo en una relación? ¿Y si te has convertido en un anhelo de lo que un día fuiste? Todas estas preguntas afloran a falta de solo una semana para el 45º aniversario de la boda de Kate y Geoff Mercer, cuando llega una carta dirigida a su marido que cambiará la forma en que se ha conocido el matrimonio hasta el momento. En ella se notifica que ha aparecido muerto el cuerpo del primer amor de Geoff, congelado en los glaciares de hielo de los Alpes suizos.

Este factor provoca un terremoto en las bases de la pareja, que despelleja las innumerables capas de su vida hasta llegar a lo más hondo. En esta mirada al pasado, para cuestionarse el presente y el futuro, cada uno explora nuevas sensaciones. Él echa de menos lo que dejó atrás, incapaz de valorar lo que ahora tiene. Es víctima del estremecimiento del tiempo perdido. Sin embargo, ella descubre que las pasiones se modulan con el tiempo, pero no se abandonan. Su marido no le ha contado su pasado, lo que le hace dudar de hasta qué punto lo conoce y de si ella ha sido suficiente para él. “Nunca lo hemos hablado en todos estos años”, le dice Kate a Geoff, a lo que él responde: “Hay cosas que no se dicen a tu nueva y guapa novia”.



No se han dado cuenta, pero en todos los años que llevan juntos ha existido un muro entre los dos: no mostrarse tal y como son ellos mismos. De hecho, ni la fractura es tan sustancial para rebelarse. “Me gustaría decirte todo lo que pienso, pero no puedo”, le dice Kate. Los secretos entre ellos perdurarán en el tiempo y seguirán las mismas dudas: “Me preguntaba cómo sabía si era mi primer amor, pero sonrío y digo: cuando muere una preciosa llama, el humo se te mete en los ojos”, cantan The Platters en Smoke Gets In Your Eyes, al final de la película.

Puede Que Walt Disney Fuera Andaluz Y Tú Sin Saberlo

¿Os imagináis cómo sería si la Cenicienta hubiera nacido en Badajoz? ¿Y si Ariel, la sirenita, bucease en aguas de la Costa Brava? Tal vez los príncipes y las princesas de Disney, en lugar de comer perdices para ser felices, se apretasen un cocido si su historia de amor se desarrollase en el Monte del Pardo. O una fabada si fueran asturianos.

No, no nos hemos vuelto locos. Seguro que todos conocéis la leyenda que asegura que Walt Disney está criogenizado, a la espera de que los médicos descubran una cura para sus enfermedades. Los mitos en torno a la figura del genial dibujante han sido muchos, pero puede que este del que os vamos a hablar sea el que más visos tiene de ser cierto.


Allá vamos: Walt Disney se llamaba en realidad José Guirao Zamora, y nació en Mojácar (Almería) en 1901. Parece increíble, pero hay muchas pruebas que apuntan a ello.

Primero, vamos con la versión oficial: Walt Elías Disney nació, efectivamente, en 1901, y fue hijo de Elías y Flora Disney. Punto. Pero la historia paralela, la que da lugar a la leyenda del pasado andaluz del creador de Mickey Mouse, asegura una cosa bien distinta. En realidad, el niño José Guirao Zamora fue el fruto de un idilio entre el médico de Mojácar y una lavandera que servía en su casa, Isabel Zamora, a principios del siglo XX. Otra teoría apunta a que el verdadero padre fue un verdulero ambulante que tampoco quiso reconocer al pequeño.

El caso es que, en aquella época, muchos almerienses emigraban a Estados Unidos e Isabel, repudiada por su amante y huyendo del “qué dirán”, decidió embarcarse camino a Chicago, donde su hermano ya había emigrado años atrás. Allí comenzó a servir en casa de otro matrimonio, los Disney, que acogieron al pequeño en adopción y lo bautizaron con el nombre de Walt Elías Disney en 1902. ¿Parece una peli, verdad?


Suena peregrino, pero el que fuera su vecino en Chicago, Tito del Amo, se ha encargado de investigar el caso. Todo parece un cuento, como no podía ser de otra manera: del Amo creció en la misma calle que los Disney allá en Chicago, y su vida le terminó llevando a mudarse a Mojácar. ¿Casualidad, destino? Quién sabe. El caso es que, al llegar a Andalucía, se encontró con esta leyenda y comenzó a indagar.

En primer lugar, le sorprendió la historia que contaban los viejos del pueblo. Recordaban que, en 1940, tres americanos trajeados llegaron a Mojácar a bordo de un cochazo para pedir la partida de nacimiento del niño José Guirao Zamora. Todo muy normal.

En segundo lugar, otro factor asombroso: Walt Disney era casi idéntico a otros hijos del médico del pueblo, sus supuestos hermanos de padre. Rasgos ibéricos, pelo moreno, no demasiado alto… El prototipo de españolito de la época.



Y, por último, otro asunto sorprendente. Walt Disney siempre sintió mucho cariño y fascinación por todo lo referente a España. Fue su intención construir Disney Land en el Cabo de Gata, a unos kilómetros de su presunto pueblo natal, y también cuentan que él mismo le confesó a Salvador Dalí, con el trabajó en más de una ocasión, que había nacido en Andalucía.



Pero nunca se pudo comprobar. Tito del Amo, en su investigación, consiguió contactar con una de las hijas del verdulero ambulante, el otro posible amante de Isabel Zamora. Doña Hermenegilda era una señora ya mayor, pero sus hijos aceptaron dar el ADN de su madre para poderlo cotejar con los descendientes de Disney. Sin embargo, el proceso se encontró con la negativa de la hija de Walt, que no quiso prestarse a las pruebas.

Del niño José Guirao Zamora nunca más se supo en Mojácar. Tampoco existe ninguna partida de nacimiento de Walt Elías Disney en Chicago. Tres americanos viajaron en el año 40 a una Mojácar que no tenía luz ni agua corriente y a la que rara vez llegaba un coche, mucho menos extranjero. Sus supuestos hermanos eran casi fotocopias del mago de la animación. ¿Fantasía o realidad? Jamás sabremos la respuesta. Pero resulta romántico pensar que la Cenicienta, la Bella Durmiente, Merlín y Mickey Mouse salieron de la cabeza de un español. Tal vez si alguien hubiera invitado a Disney a una buena paella, él mismo hubiera dado una rueda de prensa para proclamar a los cuatro vientos que sí, que de Chicago nada, que él era más español que la Giralda.

Los 8 Libros Raros Que Nadie Conoce Y Deberías Leer

¿Eres de los que no leen best sellers porque te entra urticaria? ¿Eres huérfano de nuevas lecturas y no sabes por dónde seguir? Con esta cuidadísima selección de libros raros podrás cubrir tus próximos meses de lectura y mantener conversaciones de otro nivel acerca de historias que nadie conoce. Podrás, y esto es lo mejor de todo, incluso callarle la boca a ese amigo tuyo que se cree muy top por haber leído a Murakami. Este es un repaso a todos esos libros emocionantes que hay que leer, una vez en la vida, o todo lo que te quede de vida. 

1. Claus y Lucas, de Ágota Kristof

CLAUS Y LUCASUna trilogía muuuuuuuuuy turbia que cuenta la vida de dos hermanos gemelos en una ciudad fronteriza en plena Segunda Guerra Mundial. La crueldad en el sentido más puro, la zoofilia, los castigos físicos para perder el miedo al dolor, la muerte. Unas novelas extrañas, confusas, en las que nada es lo que parece y que te dejan con el corazón encogido pero que no puedes dejar de leer.

2. Bartleby, el escribiente, de Herman Melville



Un abogado de finales del siglo XIX contrata a un nuevo escribiente para su oficina, un tal Bartleby, que pronto se muestra como un empleado ejemplar. Es un tipo de aspecto “pálidamente pulcro, lamentablemente respetable, incurablemente solitario”. Todo va bien hasta que, un día, Bartleby se niega a trabajar y comienza a responder a las peticiones de su jefe con un escueto “preferiría no hacerlo”. ¿Quién es ese tipo? Parece que está viviendo en la oficina. ¿Por qué nunca sale del despacho? Una novela cortita para leer de una sentada.

3. El maestro y la margarita, de Mijaíl Bulgákov

¿Eres de los que no leen best sellers porque te entra urticaria? ¿Eres huérfano de nuevas lecturas y no sabes por dónde seguir? Con esta cuidadísima selección de libros raros podrás cubrir tus próximos meses de lectura y mantener conversaciones de otro nivel acerca de historias que nadie conoce. Podrás, y esto es lo mejor de todo, incluso callarle la boca a ese amigo tuyo que se cree muy top por haber leído a Murakami. Este es un repaso a todos esos libros emocionantes que hay que leer, una vez en la vida, o todo lo que te quede de vida. 


Un carnaval lleno de humor, risa, parodia y amor. Una sátira de la sociedad soviética de los años 60 que termina siendo una metáfora de la naturaleza humana y del combate entre las fuerzas del bien y del mal. Son dos novelas en una: por un lado, Bulgákov nos cuenta cómo es la llegada del Diablo a Moscú y, por otro, nos habla de la novela que su protagonista, el maestro, escribe sobre Poncio Pilato y Jesucristo. Con esta os reiréis seguro.

4. Mientras agonizo, de William Faulkner


El autor, que seguro que os suena si habéis visto la peli Amanece, que no es poco (nota: si no la habéis visto, ya estáis tardando), nos cuenta las peripecias que vive una familia que tiene que trasladar el cadáver de la madre hasta su pueblo natal para ser enterrada. Una novela poliédrica que nos muestra los sentimientos y puntos de vista de cada personaje, cada cual más diferente del anterior, a través de monólogos interiores.

5. Las primas, de Aurora Venturini


Es la historia de una familia disfuncional de clase media, o más bien baja, de la ciudad de La Plata en los años 40. Cada personaje es una caricatura grotesca: la hermana discapacitada y babeante, la prima enana y puta, el profesor que esconde vicios aberrantes de degenerado, la tía frígida y reprimida. La de Dios.

6. Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury



Una colección de relatos a veces extraños, a veces divertidos, a veces inquietantes. Bradbury nos cuenta cómo la Humanidad se ha visto obligada a abandonar la Tierra y a colonizar Marte para establecer allí la nueva civilización. Escrita en 1940, nos cuenta el ‘futuro’ ambientado en 1999 y en el arranque del nuevo milenio. Caerá alguna carcajada seguro.

7. Pedro Páramo, de Juan Rulfo



Considerada una de las obras maestras de la literatura latinoamericana, la novela nos cuenta cómo Juan Preciado va en busca de su padre, Pedro Páramo. Preciado viajará al pueblo mexicano de Comala, donde descubrirá que todo el mundo se apellida Páramo. Allí arranca el misterio y la fantasía. Veréis como os pica la curiosidad desde la primera página.

8. Casa de muñecas, de Henrik Ibsen



Es, en realidad, una obra de teatro que cuenta cómo su protagonista, Nora Helmer, debe ocultar a su marido una deuda que adquirió con un prestamista años atrás y que ahora la está chantajeando. Cuando el pastel se descubre, ella cae en la cuenta de que su marido la considera únicamente un objeto en propiedad. Está considerada la primera obra dramática feminista de la Historia.

No os quejaréis que os lo hemos puesto en bandeja. ¿Y lo sexy que va a quedarte cuando te pregunten qué te estás leyendo y tu respondas con un autor que prácticamente nadie conoce? De la gente a la que seas capaz de enamorar con esto no nos hacemos responsables. Pero de tu cultura y ganas de seguir leyendo, sí.

Lo Bonito De Ser Una Mujer Soltera, Entera Y Feliz


La mujer y la belleza de su independencia

Sola, entera, gozosa, rebosante, exuberante y retratada en libertad. Estudiar diseño gráfico y utilizar tu propio arte para reivindicar a través de ilustraciones lo fantásticamente bien que estás contigo misma en tu condición de mujer soltera, es el trampolín perfecto para contarle al mundo que esa es tu manera idónea de ser feliz.



Idalia Candelas nos invita a sentirnos pletóricas (y pletóricos para aquellos sensibles a la belleza de la cotidianidad femenina) en nuestro grotesco y pluscuamperfecto mundo de situaciones circunstanciales, aceptadas por mujeres completas que no necesitan esperar a esa tópica ‘media naranja’. Además, la ilustradora de origen Mexicano, es una súper heroína capaz de vencer los prejuicios que la sociedad no acepta con ánimo ni prosperidad de la soledad afectiva postmoderna. Algo a lo que ella consigue sacar brillo.

Se vale de la expresión del sentimiento de retiro, la paz interior venida de la conexión mutua del yo con el mi, del men sana in corpore sano, del grafismo e ilustración de describir con tan cálido, tierno y real optimismo la vida de tantas mujeres sedientas de refugio y amparo al porvenir que años antes habíamos soñado distinto. Ha dibujado un haz de luz que apaga la oscuridad de las desconsoladas situaciones que viven a diario miles de mujeres venidas a bajo por el peso de una sociedad que abriga mejor la pareja que la soltería.Idalia-candelas-código-nuevoIdalia se ha estrenado como la mujer revelación ante un panorama necesitado de líderes que alcen la voz a un mundo en el que poder conciliar la soltería no como una osadía, sino como algo natural que emociona y que está intrínseco en la soledad y el bienestar de una misma. La sencillez de lo bello reside en captar esos momentos tan nuestros a los que no les prestamos la atención ni la importancia que merecen.



Se sirve del óleo, las acuarelas y el arte del collage para expresar su condición de mujer libre dibujando su bendita y buscada soledad. Pese a su recién estrenada popularidad, la artista empezó a dibujar hace tan solo un año y medio convirtiéndose en poco tiempo en un fenómeno viral. Quiso plasmar la soledad con lápiz, tinta y acuarelas, porque era lo que había vivido durante ocho años en la Ciudad de México. “Me gusta pensar en todas las posibilidades que ofrece este tema, que por mucho que se intente evadir, cada vez es más común en nuestra sociedad”, explica la autora a El País en la entrevista que le concedió el pasado 18 de febrero.



Conseguir describir la infinidad de detalles que esconde un amanecer sin compañía, una taza de café sin conversación o los pequeños quehaceres de la rutina sin pareja, son el trazo de Idalia en el que muchas de nosotras nos vemos reconfortadas sabiendo que somos más y muy orgullosas. Qué placer para la vista contemplar que una de nosotras ha sabido sacar de sus entrañas lo más sencillo y puro que tenemos en nuestro fuero interno: nuestra soledad.

La soledad está para vivirla, está para conocerla, para atreverse con ella sin tenerle miedo. A la soledad se la puede coger de la mano e incluirla sin ser un deber sino un placer.  idalia-candelas-
Con su colección ‘A Solas’ refleja un punto de vista hedonista de la palabra soltera. Y hace un uso normalizado y extenso de las distintas connotaciones a las que le da sentido. El arte de Idalia es sumamente realista, concibiendo en su conjunto el alma de la vida real de una mujer soltera. Que se desnuda en no importa qué lugar de su casa porque puede y le apetece hacerlo, que lee un libro en una postura que ni los libros de Tai-chi recogen y que además lo hace en braguitas y sujetador, que no duerme en un lado de la cama sino que coge a su cama como campo de batalla y se la gana entera; sola para ella de principio a fin. Que llega de trabajar y se tumba en el sofá con los zapatos puestos, porque al fin y al cabo es su sofá y son sus normas. Que se mira en el espejo sin vergüenza de que nadie la espíe, o la juzgue, o le diga que es una presumida. Se descubre en esencia su lado más femenino y más humano, el auténtico.