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martes, 1 de abril de 2014

Un cañón donde crecen árboles gigantes, en Estados Unidos

Dentro del Parque Nacional Bryce Canyon  (Utah, Estados Unidos) hay un sendero que lleva por nombre “Wall Street”, en obvia referencia a los gigantes rascacielos de la Gran Manzana. Pero ésta vez, las alturas imponentes son obra natural, tanto de los acantilados, como de coníferas que crecen de una forma desmesurada, buscando la luz dentro de un estrecho cañón. Los árboles se llaman pinus ponderosa y tratan de superar el obstáculo de obstrucción lumínica de los acantilados de hasta 60 metros de altura.










Un paisaje de arenisca que parece un rincón de Marte en Australia (Kata Tjuta)

Una de las postales australianas más conocidas son las formaciones de Uluru dentro del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta. A 25 kilómetros de ellas se encuentra Kata Tjuṯa un paisaje que según su apariencia, hasta podría parecer del planeta Marte por sus tonalidades rojizas y sus curiosas formas.

También es conocido como monte Olga, un grupo de formaciones rocosas con 36 cimas redondeadas formadas por roca sedimentaria de granito y basalto. En su punto más algo, el monte Olga alcanza unos 546 metros sobre el nivel del terreno y unos 1066 snm. De hecho, es una formación más elevada que Uluru, aunque menos compacta (tal vez sea esa la explicación de su relativa menor fama en comparación con el monolito de roca que hace de ícono australiano).


Kata Tjuta significa “muchas cabezas” en la lengua de los aborígenes australianos y es un sitio sagrado para ellos. En cambio, el nombre Olga proviene de la iniciativa del explorador Ernest Giles que descubre el emplazamiento al mundo occidental, para bautizarlo en honor a la reina de Rusia Olga NIkolaevna de Rusia. En Australia se utilizan ambas nomenclaturas como válidas.
Para llegar hay que tomar un vuelo hasta el aeropuerto Ayers Rock, y proseguir por carretera unos 55 kilómetros después de abonar la entrada al parque.

Una catedral natural de hielo, en Noruega

Hace muy poco, mencionábamos al glaciar Mendenhall en Alaska, un glaciar que se puede recorrer desde adentro con vistas increíbles. Ésta vez, mencionamos un recinto natural de hielo formado por la erosión en el glaciar Jostedal (o Jostedalsbreen) en Noruega. La “catedral” de hielo se encuentra en uno de los brazos del glaciar Jostedal, el Nigardsbreen.

Curiosamente, éste brazo del glaciar comenzó a retroceder abruptamente en el año 2006, de tal modo que un año después, los investigadores descubren ésta cueva de hielo a partir de una abertura de unos cinco metros. El sitio impresionó tanto a los exploradores que lo bautizaron como una “catedral de hielo”, con sus medidas de hasta ocho metros de altura, y unos 30 metros de profundidad con paredes y techos de un color azul intenso.


8 Destinos para los amantes de los gatos

Si lo tuyo son los gatos hoy te sugerimos 8 lugares en lo que sin duda te volverás loco de emoción. Completamente dedicados a los gatos y a los que gustan de su compañía. Y empezamos con…



1) El Barco de los Gatos en Amsterdam

Desde 1966, este lugar ha sido el hogar de miles de gatos callejeros en Amsterdam. A la fecha es el único refugio de animales que flota.

2) Las cafeterías para gatos en Japón
Pero si lo que quieres es relajarte en compañía de unos tonchos amigos, lo mejor será ir a Japón y visitar una de las más de 150 cafeterías para gatos que se han abierto allí. Al parecer estos lugares son frecuentados por muchos japoneses que tienen ganas de tener una mascota pero lo tienen prohibido.

3) La Ciudad de los Gatos, Kuching, Borneo
Ahora transportémonos hasta la isla de Borneo, donde encontraremos una ciudad repleta de gatos callejeros sedientos de amor, Kuching. La ciudad de los gatos te ofrece un extravagante museo dedicado a estos felinos, estatuas de gatos, y miles de recuerdos de gatos.

4) La Isla de Gato, Tashirojima, Japón
Volviendo a Japón, en Tashirojima hay más gatos que personas. Y aunque callejeros los habitantes se encargan de cuidarlos y tenerlos bien alimentados. Tanto es el amor por los gatos que los perros no son permitidos en la isla, ya sabes, para conservar la tranquilidad de los habitantes, obvio los gatos.

5) El espectáculo del Gato Común, Arlington, Washington
Claro, no podían faltar las competencias, es por ello que cada año Purrfect Pals organiza el espectáculo del Gato Común. Según informa Buzzfeed, los mininos compiten para ver quién será el mejor en categorías como “El vello en las orejas más grande” y “El ronroneo más fuerte”.

6) Los Gatos de Hemingway en Key West, Florida
Esta Casa-Museo de Ernest Hemingway alberga aproximadamente entre 40 a 50 gatos con algo en común: todos tiene polidactilia, es decir, tienen 6 dedos. Esto los hace diferentes al resto que normalmente tienen cinco dedos en sus patas delanteras y cuatro en sus patas traseras. Interesante ¿no crees?

7) El Festival Kattenstoet en Bélgica
Es cada 3 años, pero en Ypres se les organiza un festival completo, con todo y desfile. Por las calles se escuchan los ronroneos y se puede ver montones de puesto con comida en forma de gato y mercancía felina.

8. Le Café des Chats, París
Si en Japón hay, ¿por qué en París no? Aunque el giro es un poco distinto pues los clientes de Le Café des Chat no pagan por estar con los gatos sino por la comida. La propietaria, Margaux Gandelon, ve a los gatos como un plus.

Y ¿te gustaría visitar alguno?