El planeta Mercurio está lleno de secretos y de fascinantes incógnitas por descifrar. Su cercanía al Sol (es el planeta más cercano a esta estrella), entre otras cosas, hacen que este cuerpo celeste sea extremadamente interesante para los científicos, quienes dirigen desde hace décadas sus miradas, sus potentes telescopios y también varias sondas espaciales hacia él.
Probablemente, una de las cosas más interesantes que han sido descubiertas últimamente respecto a este planeta, es que a largo de la historia el tamaño de Mercurio se reduce cada vez más, un fenómeno que los científicos ahora intentan descifrar atendiendo a los últimos datos con que se cuenta.
Mercurio se encoge más de lo calculado
Según los científicos, el planeta Mercurio, de aproximadamente 2400 kilómetros de radio, ha visto reducida esta cantidad en unos 7 km en los últimos 4000 millones de años, lo cual es mucho más de lo que se pensaba desde hace unas décadas atrás, cuando la misión de la nave espacial Mariner 10 sobrevoló el planeta y registró datos del 45% del mismo permitiendo estimar la reducción del mismo en apenas 3 km.
Las nuevas imágenes proporcionadas por el satélite Messenger de la NASA, lanzado en el año 2004 y que ha orbitado cerca de 3000 veces en torno a este planeta censando el 100% de su superficie, han sido la clave de este descubrimiento que ha dejado perplejos a los astrofísicos.
¿Por qué se encoge Mercurio?
La exhaustiva exploración de la superficie de Mercurio ha mostrado que muchas de las crestas y acantilados que se observan son producto, según ha publicado la revista Nature Geoscience, del enfriamiento que ha venido experimentando el planeta en su inmenso núcleo de hierro durante millones de años.
Este inmenso núcleo, que ocupa la mayor parte del volumen del planeta (hasta un 85% del radio del mismo), hace que la corteza sea muy fina, por lo que cuando el metal nuclear se enfría y se contrae, se producen en esta cubierta una inmensa cantidad de “arrugas” en la cubierta rocosa, las cuales son la evidencia más clara del efecto de ese enfriamiento.
La suma de la cantidad total de la corteza que ha sido desplazada por crestas y fallas de diversos tipos ha permitido calcular la reducción total del radio del planeta, que podría ser incluso algo mayor, de hasta 10 km, si se tiene en cuenta la imprecisión que puede provocar que la órbita de la Messenger sea elíptica debido a que durante un tiempo tiene que alejarse más de 5000 km de la superficie para evitar sobrecalentarse. Dicho alejamiento provoca que de momento solo los datos del hemisferio norte sean de una altísima precisión.
Este descubrimiento dará lugar sin dudas a muchas preguntas más y nuevos objetivos de investigación surgirán a raíz del mismo, como ocurre comúnmente en el mundo de las ciencias. De momento, como afirma uno de los investigadores, el hallazgo va siendo clave para la mejor comprensión de la historia térmica, tectónica, volcánica y el efecto del inmenso núcleo en la evolución geológica de uno de nuestros vecinos en el Sistema Solar.