La falta de agua potable, la destrucción de infraestructuras incluyendo escuelas, la carencia de servicios médicos y el dolor de la guerra, resumen la situación en la región de Oriente Medio y el Norte de África, donde miles de personas son obligadas a huir hacia Europa.
Según la UNICEF, 13 millones de niños no pueden asistir a la escuela.
“La destrucción de las escuelas es uno de los motivos por el que estos niños no pueden ir a clase. Sólo en Siria, Iraq, Yemen y Libia, unas 9,000 escuelas han dejado de servir como tal”, sostiene un estudio que el organismo de Naciones Unidas realizó recientemente.
En diversos medios circula recientemente la imagen de un niño sirio que murió ahogado y cuyo cuerpo fue recogido en una playa de Turquía, causando la indignación de millones de personas en el mundo, quienes sumaron su manifestación en redes sociales. (#Turquía)
La UNICEF sostiene que donde todavía quedan escuelas en pie, el miedo ha vaciado las aulas de profesores y los padres no mandan a sus hijos a clase, aterrorizados por un posible ataque de camino al colegio o en el propio centro.
En Jordania, Líbano y Turquía, países donde se concentran la mayoría de refugiados que huyen de la guerra en Siria, más de 700,000 niños sirios no pueden ir al colegio porque la infraestructura educativa está sobrecargada y no puede asumir una carga extra de alumnos.