1) El Barco de los Gatos en Amsterdam
Desde 1966, este lugar ha sido el hogar de miles de gatos callejeros en Amsterdam. A la fecha es el único refugio de animales que flota.
2) Las cafeterías para gatos en Japón
Pero si lo que quieres es relajarte en compañía de unos tonchos amigos, lo mejor será ir a Japón y visitar una de las más de 150 cafeterías para gatos que se han abierto allí. Al parecer estos lugares son frecuentados por muchos japoneses que tienen ganas de tener una mascota pero lo tienen prohibido.
3) La Ciudad de los Gatos, Kuching, Borneo
Ahora transportémonos hasta la isla de Borneo, donde encontraremos una ciudad repleta de gatos callejeros sedientos de amor, Kuching. La ciudad de los gatos te ofrece un extravagante museo dedicado a estos felinos, estatuas de gatos, y miles de recuerdos de gatos.
4) La Isla de Gato, Tashirojima, Japón
Volviendo a Japón, en Tashirojima hay más gatos que personas. Y aunque callejeros los habitantes se encargan de cuidarlos y tenerlos bien alimentados. Tanto es el amor por los gatos que los perros no son permitidos en la isla, ya sabes, para conservar la tranquilidad de los habitantes, obvio los gatos.
5) El espectáculo del Gato Común, Arlington, Washington
Claro, no podían faltar las competencias, es por ello que cada año Purrfect Pals organiza el espectáculo del Gato Común. Según informa Buzzfeed, los mininos compiten para ver quién será el mejor en categorías como “El vello en las orejas más grande” y “El ronroneo más fuerte”.
6) Los Gatos de Hemingway en Key West, Florida
Esta Casa-Museo de Ernest Hemingway alberga aproximadamente entre 40 a 50 gatos con algo en común: todos tiene polidactilia, es decir, tienen 6 dedos. Esto los hace diferentes al resto que normalmente tienen cinco dedos en sus patas delanteras y cuatro en sus patas traseras. Interesante ¿no crees?
7) El Festival Kattenstoet en Bélgica
Es cada 3 años, pero en Ypres se les organiza un festival completo, con todo y desfile. Por las calles se escuchan los ronroneos y se puede ver montones de puesto con comida en forma de gato y mercancía felina.
8. Le Café des Chats, París
Si en Japón hay, ¿por qué en París no? Aunque el giro es un poco distinto pues los clientes de Le Café des Chat no pagan por estar con los gatos sino por la comida. La propietaria, Margaux Gandelon, ve a los gatos como un plus.
Y ¿te gustaría visitar alguno?
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