¿No te ha dado alguna vez la sensación de que los extranjeros que vienen a veranear a tu ciudad la acaban conociendo mejor que tú mismo? En una semana son capaces de visitar muchos más sitios que tú en los veinte años que llevas ahí viviendo. ¿Por qué no aprovechas este fin de semana para hacer turismo sin tener que coger el coche o un avión?
Nos sabemos el nombre del último museo que han abierto, conocemos el exterior de los sitios más emblemáticos y hemos pasado mil veces por calles y parques, pero como parte de una rutina, sin llegar a disfrutarlos. Es el momento de redescubrir tu ciudad, conviértete en turista durante un par de días y disfruta de tus vacaciones sin apenas alejarte de casa.
Un recorrido muy cultural
Simpre que conocemos una ciudad nueva lo primero que hacemos es informarnos de los museos que podemos visitar. De hecho, resultaría impensable pasar unos días en París y no poner un pie en el Louvre. Sin embargo, parece que estamos condenados a no disfrutar de lo que tenemos cerca. ¿Por qué no pasar un día recorriendo los museos y demás exposiciones que existen en el lugar donde vives?
Un respiro por las zonas verdes
A veces pasamos por los parques como parte de nuestra rutina diaria, para ir al trabajo, para hacer la compra… Sin embargo, no estamos disfrutando del encanto de estas zonas. A diario podemos ver a turistas sentados simplemente en un banco, haciendo fotos, descubriendo cada rincón del recinto… Y nosotros, que lo tenemos ahí siempre, pasamos por esa zona sin prestar la menor atención a nuestro entorno. Es el momento de parar, de tomarnos un respiro y de relajarnos en uno de esos parques que hemos pisado tantas veces pero sin estar realmente en él.
Un vistazo al pasado
Todas las ciudades conservan recuerdos de tiempos pasados: edificios, estatuas, puentes, plazas… Estos sitios emblemáticos muchas veces conforman la principal atracción turística y, sin embargo, nosotros, que los vemos cada día, no los tenemos en consideración. ¿Por qué no visitar cada uno de ellos informándote en qué año se construyeron, quiénes lo hicieron y para qué se usaban?
Un paseo por el casco antiguo
Calles, avenidas y callejones, todos con encanto y con historia. Es el momento de salir a la calle y disfrutar de lo que nos rodea, dejarnos conquistar por sus gentes, por sus mercados y por el ambiente que se respira. Muchas calles están llenas de artistas callejeros, músicos y malabaristas, que dan vida a la ciudad y sacan sonrisas. Contágiate de esa alegría y redescubre cada rincón de tu ciudad.
Una comida tradicional
Después de tanto andar y visitar sitios, el estógamo empieza a rugir. ¿Por qué no degustar el plato típico de tu ciudad? Nada de comida rápida, recuerda que un verdadero turista querría ir a un sitio típico, que sirvan platos típicos de la zona y de este modo poder conocer nuevos sabores y texturas.
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