Si lo enfrentas, no. Si le huyes, puede ser.
El miedo es simplemente una emoción más, que usualmente nos explota cuando nos enfrentamos a situaciones desconocidas, inciertas y nuevas. Cuando lo reconocemos de esa forma sin duda se hace más llevadero pues el miedo no mata, sólo paraliza por un momento.
¿Imaginas el miedo que sintieron los emprendedores que ahora son dueños de grandes negocios?
Pero se enfrentaron a él, a ese fantasma que ronda nuestras mentes cuando queremos hacer algo nuevo, cuando creemos en una nueva idea y cuando queremos hacer cosas que ningún otro se atrevería.
¿Cuál es la solución al miedo?
El desafío: tener el coraje para enfrentarlo con la seguridad y confianza en nuestras propias capacidades, cuando estamos completamente enamorados de lo que hacemos y ponemos todo nuestro corazón y nuestra mente en ello. Algunos lo llaman “pasión” y otros dicen que es la “adrenalina”, y la verdad es que todo se desenvuelve a partir la confianza en nosotros mismos.
Habrán muchos que te dirán ¡No lo hagas, es arriesgado! ¡No lo lograrás! O ¡No podrás! Pero ¿Sabes qué? Ellos son los cobardes, no los escuches, ignóralos.
Confía en tus habilidades, pon a prueba tus destrezas y rétate a ti mismo
¿Acaso el mundo recuerda a aquellos que no lo intentaron?
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