¿Te ha pasado alguna vez? Llegas a una ciudad nueva a visitar a un amigo que acaba de mudarse. Miras las calles, las farolas, ese sol a media tarde dando en esas casas de construcción antigua…Hay algo que te es extrañamente familiar, cuando no debería ser así porque nunca has estado allí, jamás.
¿A qué se debe? ¿Qué explica este tipo de sensaciones tan comunes pero a la vez tan inquietantes? Hoy en Supercurioso queremos darte algunas ideas.
Dèjá Vu
Estamos seguros que ya conoces el término del Déjà Vu. Te interesará saber que según nos dicen los expertos esta sensación de haber vivido ya una determinada situación la ha experimentado casi el 90% de la población.
Ahora bien, deberíamos diferenciar tres dimensiones dentro del dèjá vu:
Tener la sensación de haber vivido algo antes. ¿Un ejemplo? Estás hablando con una amiga sobre algo y de pronto, no tienes más remedio que decirle… ¿Pero esto ya no te lo había dicho antes?
Lugares físicos: hace referencia al propio título de este artículo. Vamos a una ciudad, a un parque, a una casa, a un local…Y hay algo inusual que nos arropa, que nos ofrece una singular familiaridad, como si ya hubiéramos estado antes.
Sensaciones y emociones: esta dimensión es mucho más sutil. De pronto, al entrar a una casa, al conocer a una persona, al hacer algo determinado, asciende a nosotros una sensación inexplicable que nos es familiar. Esa inquietud, ese amor, ese miedo, ese placer…¡Ya lo habíamos sentido antes, pero no en esta vida!
Para muchos expertos la sensación del dèjá vu estaría relacionada con los sueños. En el mundo onírico experimentamos muchas vivencias, vemos escenarios, cosas, personas… Hechos que no recordamos en la vida real hasta que de pronto, esa casa o esa persona nos une de nuevo a ese hecho que vimos en sueño.
Ahora bien, tal y como sabes, la mente onírica “no inventa” es decir, nunca creamos caras, todas las personas o escenarios que vemos en sueños las hemos visto en realidad en alguna ocasión.
¿Entonces? ¿Por qué nos suena tanto una casa si no la hemos visto en sueños ni tampoco físicamente? Es aquí donde podemos caer ya en el área de las reencarnaciones y vidas pasadas. Hay personas que dicen recordar escenarios en los que estuvieron en vidas anteriores. Aunque obviamente, no hay nada científico en este tipo de datos…
Hay lugares que evocan sensaciones y emociones
Hay personas que disponen de una mayor sensibilidad para ciertas cosas. Podemos llamarlo empatía ambiental, pero de alguna forma, hay escenarios o casas que contienen un cúmulo de emociones contenidas que mucha gente puede percibir.
En realidad tú mismo puedes tener esta característica y no haberte dado cuenta. Es frecuente sentir lo siguiente:
No hay lugares neutros. Cuando entras a la casa de un amigo por ejemplo, eres capaz de percibir el buen o mal ambiente.
Cuando pasas por una calle o un local, hay algo inexplicable que te hace sentirte a gusto o incómodo.
En ocasiones, cuando visitas casas o escenarios en los que nunca has estado hay algo que te es familiar. Y son las sensaciones. Ese olor de los rincones, el frío de las habitaciones, la luz del sol atravesando un cristal, todo ello te evoca múltiples sensaciones.
Suele decirse que las emociones quedan “impregnadas” en las casas como huellas. De ahí, que algunas personas puedan intuirlo. No obstante, nada de esto está demostrado y nos adentramos, nuevamente, en el campo de lo poco científico.
Las mentes creativas
Las personalidades más creativas además de tener una mente más abierta e intuitiva, están habituadas también a imaginar a soñar, a producir imágenes mentales para aquello que les identifica: escribir, componer, pintar…
Hay quien un día y por casualidad, se encuentra en una casa o un lugar que les es inmensamente familiar. Y no se debe a que hayamos vivido alguna vida pasada, sino porque en alguna ocasión nuestra imaginación ha creado alguna vez un escenario similar.
Esto es algo que les suele ocurrir mucho a los escritores, a los artistas…De pronto, dan en carne y hueso con ese personaje que inventaron o esa casa que describieron con todo detalle para una novela.
Como ves, no hay una explicación clara al por qué determinados lugares no son tan familiares. Ahora bien, este tipo de cosas o fenómenos es habitual en personas con una mente abierta y muy intuitiva… ¿Lo eres tú? No dudes en explicarnos si has tenido una experiencia similar.
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