As Catedrais, es un magnífico ejemplo de la fuerza bruta de la naturaleza en acción. Las mareas del océano Atlántico representan, una y otra vez, un espectáculo vivo que engulle y descubre esta espectacular costa, salpicada de arcos y cuevas.
Las naves y estancias de estas catedrales pavimentadas de arena, se han ido formando mientras las olas del mar Cantábrico, en el norte de España, se llevaban los componentes más blandos de las rocas. Ahora nosotros somos los afortunados de vivir en el momento de este continuo proceso geológico, en el que podemos contemplar los arcos antes de que se derrumben.
La también conocida como "Playa de las Aguas Santas" está cerca de Ribadeo, en Galicia.
Si te acercas por allí, recuerda que sólo se pueden explorar las cuevas cuando hay marea baja. Los que nacimos en el Mediterráneo no siempre tenemos en cuenta las mareas.
Se recomienda volver a la playa principal antes de que las olas empiecen a cubrirla de nuevo, cosa que ocurre muy rápidamente.
Qué fantásticas aguas color turquesa, pero no estamos en una playa tropical.
Continuamos en el verde y húmedo norte de la península Ibérica.
El Pórtico de la Gloria.
Los acantilados alcanzan sobre los treinta metros de altura.
As Catedrais guardan cierta similitud con los Doce Apóstoles, una formación de piedra caliza mundialmente famosa de Australia.
La zona está protegida y declarada como monumento natural.
En el mundo hay muchas formaciones rocosas naturales que reciben el sobrenombre de 'catedral'
Las vistas sobre los acantilados también merecen su atención.
¿Has estado alguna vez en lugares mágicos?
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