Hydnora africana: es una flor de un insólito color carne, que ataca las raíces sobresalientes de los arbustos en los áridos desiertos del Sur de Africa. El pútrido olor de su flor, atrae a las manadas de escarabajos carroñeros.
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miércoles, 28 de mayo de 2014
sábado, 24 de mayo de 2014
¿Jitomate o tomate?
El tomate tiene su origen en la región andina de Perú. La domesticación y el consumo se dio entre Veracruz y Puebla, región donde fue adoptado bajo el nombre de xitomatl, del náhuatl xictli, ombligo, y tomatl, tomate/agua gorda, la cual hace referencia a la cicatriz en el fruto al desprenderse de su pedúnculo.
Xitomatl se refiere al tomate rojo, y el tomate verde se denominaba solo tomatl; por ello, en el centro y sur de México llaman jitomate al que es rojo, y tomate al verde.
Debido a que los los cronistas españoles tradujeron ambas palabras en náhuatl como tomate, el resto del mundo lo conoce bajo ese nombre.
Xitomatl se refiere al tomate rojo, y el tomate verde se denominaba solo tomatl; por ello, en el centro y sur de México llaman jitomate al que es rojo, y tomate al verde.
Debido a que los los cronistas españoles tradujeron ambas palabras en náhuatl como tomate, el resto del mundo lo conoce bajo ese nombre.
Pocos cultivos han sido tan complacientes como el jitomate. De la misma familia que el tabaco, la papa, la berenjena, y el pimiento, esta solanácea influyó para siempre en las tradiciones culinarias alrededor del mundo.
Basado en estudios recientes, el doctor Eduardo Rodríguez Guzmán, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara, señala que "su centro de origen se circunscribe a la región andina de Perú, el único sitio donde hay especies silvestres parientes del jitomate". No obstante, la variedad silvestre cerasiforme, precursora del jitomate domesticado, se distribuyó mediante el transporte natural de sus semillas hasta llegar a Mesoamérica, donde lo cultivaron y otorgaron valor como un producto básico en la alimentación de los nativos.
Ya que no hay registros ni alguna palabra de las lenguas nativas de Perú para designar al jitomate, es posible que en estos territorios se le considerara una planta agreste, sin que llegara a formar parte de la dieta local.
"La domesticación se dio entre Veracruz y Puebla, donde persiste en forma silvestre", dice Rodríguez. Lo adoptaron bajo el nombre xitomatl, del náhuatl xictli, ombligo, y tomatl, tomate/agua gorda, la cual hace referencia a la cicatriz en el fruto al desprenderse de su pedúnculo. Xitomatl se refiere al tomate rojo, ya que el tomate verde se denominaba solo tomatl; aún hoy, los habitantes del centro y sur de México llaman jitomate al que es rojo, y tomate al verde.
De acuerdo con el investigador,"existen evidencias de cultivo, venta y consumo de jitomate en el mercado de Tenochtitlan antes de la conquista". Desde ese entonces, se usaba como medicina para limpiar el intestino, aliviar irritaciones de garganta, dolor de riñones, cabeza y oído. Bernardino de Sahagún lo describió en de los platillos preparados en los mercados indígenas, y el conquistador Bernal Díaz del Castillo narró los rituales antropofágicos de los que casi fue víctima: "Nos querían matar y comer nuestras carnes, que ya tenían aparejadas las ollas, con sal, ají y tomates".
Tras la conquista, el jitomate se extendió por América a través de la Nueva España y salió del continente hacia Filipinas, integrándose poco a poco en la cocina asiática. Al mismo tiempo se trasladó a Europa como una planta ornamental, ya que, dice Rodríguez, "se confundía con otras bayas coloridas que eran tóxicas, y solo se empleó como alimento hasta tres siglos después", cuando se redescubrieron sus bondades y se convirtió en un pilar básico de la gastronomía del Mediterráneo. Luego viajó hacia los territorios germánicos y eslavos, llegando a Hungría y hasta Rusia.
El jitomate no solo ha conquistado las tradiciones culinarias más representativas del mundo, sino que las ha trascendido: en estos momentos orbita la Tierra en la Estación Internacional como parte de los experimentos de cultivo en el espacio, y continúa adaptándose a las diferentes maneras de alimentar al mundo.
- De acuerdo con la FAO, en el mundo se cosechan más de 100 millones de toneladas de jitomate al año.
- México produce casi 3 millones de toneladas, principalmente en Sinaloa, Baja California, Michoacán y Jalisco, cada año.
jueves, 8 de mayo de 2014
Las místicas terrazas de Muray en Perú
En la nutrida lista de espectaculares ruinas de la civilización inca, el sitio arqueológico de Moray ocupa un lugar importante. Se encuentra a unos 50 kilómetros al noreste de la ciudad de Cusco y al oeste de la localidad de Maras. A primera vista el sitio semeja un anfiteatro griego conformado de terrazas concéntricas, sin embargo el verdadero propósito de estas terrazas se desconoce. La teoría más difundida habla de un centro de investigación agrícola incaico donde se llevaron a cabo experimentos con diferentes cultivos. Fascinante.
Durante el mes de octubre, pobladores de las comunidades vecinas concurren a Moray para celebrar el llamado “Moray Raymi” o Fiesta del Sol.
lunes, 5 de mayo de 2014
Las 5 plantas carnívoras más hermosas del mundo
Aunque nos parezca extraño, la naturaleza es capaz de mostrar organismos vivos que resultan ser tan peligrosos como bellos. Es el caso de muchas plantas carnívoras, cuya manera de alimentarse incluye atrapar animales de su medio ambiente, especialmente insectos, y, con ese fin, poseen una apariencia verdaderamente atractiva. Para alucinar con estos contrastes te presentamos las 5 plantas carnívoras más hermosas del mundo.
Drosera sudafricana
El nombre científico de la drosera sudafricana es Drosera regia. Solo se le puede encontrar en el valle de ese país. Esta planta es más bien grande, con hojas que pueden alcanzar los 2 metros. Las mismas se cubren de tentáculos que producen una savia pegajosa con la cual pueden atrapar mariposas, escarabajos, polillas, etc. Dichas estructuras se enroscan alrededor de la presa de manera hermética llevándola a la muerte. Se mantiene inactiva durante el invierno y comienza a crecer de octubre a abril.
Lirio cobra
La lirio cobra se denomina Darlingtonia californica en el universo científico. Es una planta hermosísima que muestra colores brillantes y características muy singulares, como lo es una lengua bífida que brota de ella. Es originaria de la costa occidental norteamericana y, a diferencia de otras plantas de la familia, su digestión no la realizan las enzimas sino que posee bacterias simbióticas que degradan los insectos en los nutrientes necesarios. Las áreas rojizas que tiene la lirio cobra atraen a las presas, las que son cubiertas con una capa transparente que las engaña y las hace quedarse en la zona predatoria.
Planta jarra tropical
La planta jarra tropical, cuyo nombre hace honor a su forma, se llama científicamente Nepenthes. Es oriunda de los bosques tropicales del Viejo Mundo y tiene cerca de 100 especies, todas de colores vistosos y tonos brillantes. Sus trampas son especies de jarras fijas que en su superficie contienen sustancias activas, cuya función es no dejar escapar a las presas que allí caigan.
Planta jarra de Australia
Cephalotus es el nombre científico de la comúnmente llamada planta jarra de Australia. Hermosísima y tan peligrosa como la planta jarra tropical, posee el mismo mecanismo de recipientes que atrapan a las víctimas, pero además cuenta con un collar, y una vez que la presa cae en él no existe escapatoria posible.
Venus atrapamoscas
Venus atrapamoscas se le llama a esta planta del género Dionaea, probablemente una de las más bellas carnívoras del mundo. Es una planta de roseta pequeña que brota en primavera. Sus hojas son trampas rápidas que poseen cerdas marginales. Tan pronto cae la presa, se cierran y así se asegura que no escape. Entonces se descompone, se digiere y es absorbida por el organismo. El proceso dura aproximadamente 10 días.
Las plantas carnívoras son muy codiciadas por los recolectores de plantas, justamente a causa de su belleza. Además a diario son destruidos sus hábitats. Todo ello conduce a la progresiva extinción de tan maravillosas criaturas vivas. Esperemos que se tomen medidas de conservación que nos permitan seguir contando con ellas en la biodiversidad del planeta.
jueves, 1 de mayo de 2014
¿Por qué los dientes no vuelven a crecer?
Es muy probable que tu ya hayas cambiado la dentadura, es decir que tus dientes temporales (comúnmente conocidos como “dientes de leche”) se han desarrollado, cumplido con su función y finalmente, se han desprendido de tu encía para dar lugar a tus nuevos dientes: los permanentes. Independientemente de lo que hayas acordado con el Ratón Pérez y demás, todos sabemos que la dentición permanente no vuelve a crecer una vez que ha caído, pero ¿alguna vez te preguntaste por qué? Hoy quiero invitarte a conocer la respuesta a esta pregunta y algunos otros detalles interesantes acerca de los dientes en nuestra y otras especies animales.
La falta de células en tus dientes no permite la curación
Cuando hablamos de la dentición y la imposibilidad de los dientes para volver a crecer, siempre surge la gran duda de por qué nuestro organismo aún no ha evolucionado lo suficiente como para que nuestros dientes puedan curarse a sí mismos como el resto de nuestro cuerpo, ¿verdad? Pues lo cierto es que todo se debe a las células. Sin células, nuestro organismo no tendría la capacidad de sanar.
En el caso de nuestros dientes, más del 90% de sus componentes son minerales como calcio (Ca), magnesio (Mg) o fósforo (P). Habiendo muy pocas proteínas y células allí, estos carecen de la cantidad de células necesaria como para poder sanar por sí solas. Las pocas células que hay en los dientes, además, están en la raíz y no en la zona de la corona, por lo cual las caries dentarias que producen las bacterias allí, son los peores enemigos que un diente puede tener.
La importancia del cuidado dental
Los dientes son entonces considerablemente vulnerables y teniendo en cuenta que naturalmente (los científicos ya han logrado regenerar dientes gracias al uso de células madre) sólo dos dentaduras a lo largo de nuestra vida. La primera comienza a formarse ya en los primeros meses de vida, mientras que la segunda y última comienza a salir ya a los seis años de edad.
Es bastante complejo en realidad, pues estos serán los últimos dientes que vamos a tener y no vuelven a crecer, por lo cual es muy, pero muy importante cuidarlos ya que, lamentablemente, no tenemos la dentadura de otros animales como los cocodrilos, cuyos dientes no solo vuelven a crecer, sino que lo hacen hasta 50 veces; o los tiburones, que tienen varias dentaduras y que si un diente se les cae, el de la capa inferior sube y lo repone de forma inmediata. Claro, ¿por qué nosotros no tenemos dientes como éstos?
Bueno, si bien sería muy gracioso (imagínate a tus abuelos con una dentadura de cocodrilo) y también peligroso, lo cierto es que no lo necesitamos, o al menos no tanto como los cocodrilos o los tiburones. Estos animales dependen al 100% de sus dientes y tener esas enormes, resistentes y perfectas dentaduras es fundamental para sobrevivir en la naturaleza.
Realmente de lo más interesante, ¿no crees? ¿Y qué crees tú que significará esto?
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